El Biomagnetismo es un método terapéutico que utiliza imanes comunes de mediana intensidad, para reestablecer el equilibrio bioenergético del organismo y así recuperar la salud. Colocando imanes en puntos específicos del cuerpo, se consigue corregir disfunciones energéticas y exterminar en breve tiempo, virus, bacterias, hongos y parásitos.
Según descubrimientos del Dr. Goiz, diversas combinaciones específicas de microorganismos llegan a producir la mayoría de las enfermedades del hombre, incluso algunas en las que no siempre se reconoce una etiología microbiana, como en la diabetes, el cáncer, la artritis, la fibromialgia, la esclerosis, el lupus, el Alzheimer y el glaucoma, entre otras. Con el biomagnetismo, un gran porcentaje de pacientes experimenta rápidas y notables mejorías que no ocurren comúnmente con otros tratamientos.
Este sistema trasciende con creces todo lo conocido previamente por la magnetoterapia, y se basa en el trabajo de muchos años de silenciosa investigación de parte del Dr. Isaac Goiz Durán de México.
Su revolucionario método involucra descubrimientos tan sobresalientes en beneficio de la salud humana, que la Oxford International University le otorgó en 1999 un Doctorado en Bioenergética por su destacado trabajo en esta temática.
Las notables mejorías obtenidas a través de esta terapia con imanes, se debe principalmente a la destrucción de los virus, que como sabemos, son de muy difícil tratamiento para la medicina convencional, la cual tiene sólo éxitos relativos exterminando bacterias por medio de antibióticos, hongos con antimicóticos y parásitos con antiparasitarios.
Todo esto, que ciertamente para muchos es difícil de asimilar, involucra muchos años de paciente investigación del Dr. Goiz en el campo de las terapias energéticas, también encuadradas en lo que se conoce como medicina vibracional, y que pone de manifiesto la importancia que tienen para la salud, las múltiples vibraciones energéticas u ondas electromagnéticas que recorren el cuerpo humano.
Es en este ámbito que el Dr. Goiz realizó en 1988 el descubrimiento del fenomenal concepto denominado "Par Biomagnético".